Soplao 2012: Hipotérmicos

Joer con el Soplao 2012, menuda encerrona nos tenía preparada! Cada Soplao tiene su historia, pero la edición de este año quedará marcada a fuego (más bien a hielo...) en muchos de nosotros.
Este año nos juntamos un grupeto interesante de Portela Mtb, Paco, Fer, Pate, Luis, Brei y un servidor, Pas, que partimos rumbo a Cantabria con una inusual puntualidad. Este año tanto el viaje de ida como el de vuelta se hicieron ultrallevaderos, con un montón de coñitas y risas que consiguieron que pareciese mucho más corto.
En el viaje de ida tras las paradas reglamentarias a tomar unos tentempiés (en una de ellas nos sentó muy mal tomar "escote" de tapa) y a comer en Casa Lupa, donde más que con la comida se nos hizo la boca agua con la furgalla de la peña Picaraña, nos pusimos en los Apartamentos Florinda casi sin darnos cuenta.
Tras dejar los bártulos, de que Brei llamase a su Mami para decirle que había llegado bien y de que nos mostrase su lado más sociable con besitos a Florinda incluidos, nos dirigimos a Cabezón de la Sal para recoger los dorsales, visitar la exposición comercial de bicis y artículos de Mtb, hacer la compra, tomar algo y vivir el ambientillo que siempre hay el día previo a la prueba.
Una vez dorsalizados volvimos a los Apartamentos para darle un último repaso a las monturas y en este punto se produjo un hecho que casi consigue hacerme infartar, ya que aprovechando que Brei tenía la bomba de aire quise darle un poco de presión a la rueda delantera, con la mala suerte de que el obús de la cámara estaba pegado a la tapa y al desenroscarlo salió disparado como un "obús", con lo que la rueda se deshinchó al instante, con el problema de que el obús no aparecía por ningún lado. Tras unos momentos de pánico, en los que según Brei estuve completamente pálido, conseguimos encontrarlo entre la hierba y volver a hincharla.
Por la noche, tras saborear la deliciosa cenita que nos preparó Paco, el sonido de unas gotitas sobre el cristal de la Velux fue la avanzadilla de lo que nos esperaría el resto de la noche y del día siguiente, una lluvia incesante que nos permitiría conocer el verdadero "infierno cántabro".
El día de la prueba formamos varios grupetos de salida, el de los madrugadores, con Luis, Pate y Pas que querían estar bien situados en la salida, el de los Portelas tranquis, con Paco y Fer y el retrasado (el grupo...;-)) del Maestro Breider.
En la salida estaba más o menos situado en el mismo lugar que el año pasado, con unos mil y pico bikers por delante (que cada minuto iban aumentando, ya que es impresionante la gente que llega mucho más tarde y se cuela, como no organicen la salida por tiempos cualquier día se va a montar un buen follón...) y con la compañía de Luís y Pate.
Tras escuchar el emocionante discurso del dueño de la tienda de bicis de Betanzos que se encuentra a tratamiento de cáncer, de escuchar el estruendo de la traca de salida, de ponerse los pelos de punta con el Thunderstruck de Acdc y gritar la cuenta atrás, tomamos la salida a un buen ritmillo, adelantando a bastante gente y con mejores sensaciones que el año pasado.
La primera parte de la prueba bastante bien, sufriendo en la subida a la cocina y en las zonas con barro pero  llegando en un buen tiempo al avituallamiento del Soplao. A partir de este punto empezaría mi calvario, ya que el barro que se formaba con la lluvia constante, unido a mi nulidad técnica en las bajadas y a mi falta de visión y molestias con las lentillas, convirtieron cada una de las bajadas en una odisea en la que me llevaba un montón de sustos y amagos de vuelos sin motor que me hacían perder una minutada.
En las subidas la cosa cambiaba, iba cada vez más calado por la lluvia, pero subía a buen ritmo, por lo que tras ventilar el Monte AA y el Moral inicié el descenso con Luis dispuesto a encarar Fuentes.
A partir de este punto comenzó el verdadero infierno, íbamos calados hasta los huesos, la lluvia no paraba y cada vez hacía más frío. Agradecimos como enanos el trozo de manta térmica que nos había regalado Fer para las bajadas (que no nos volvimos a sacar de encima y usamos incluso en las subidas...) y en el tramo de enlace del Moral a Fuentes se produjo nuestro mayor momento de debilidad, cuando nos encontramos con un montón de bikers poniéndose ropa seca en los coches de los familiares y cuando vimos una pedazo tortilla que había en uno de los maleteros (las barritas con barro era el plato del día...). En ese punto Luis y yo comentamos que así no terminábamos ni de coña, pero como sabiamente nos dijo el Maestro: "a vosotros sólo os haría abandonar el médico", aunque este año estuvieron cerca de tener que venir a buscarnos las asistencias médicas.
En el avituallamiento de Bárcena parada rápida en la que aprovechamos para poner guantes secos y en la subida sorprendentemente el aguacero nos dio un respiro, con un solcito que se intuía entre las nubes, pero como pudimos comprobar más adelante esto sólo sería un espejismo, ya que una vez coronado Fuentes nos encontramos con las peores condiciones climatológicas de toda la prueba, una niebla y un frío de cojones, que con la lluvia, el barro y el cansancio formaron un cóctel explosivo, encontrándonos con una situación dantesca con gente congelada, caras pálidas y demacradas que mostraban el sufrimiento de cada uno de nosotros en esas condiciones extremas.
Las últimas bajadas fueron una odisea, sin tacto en los dedos (para cambiar tenía que usar la palma de la mano...) e incluso con una caída en el resbaladizo terreno que había en la bajada del tramo nuevo de Fuentes.
Al final llegamos como pudimos a Cabezón, con unos tiempos que no nos esperábamos ya que rondaron las 10:20 (Pate 9 horas y pico, pero fue de paseo...), pero completamente hipotérmicos. Cometimos el error de dirigimos a la carpa de meta con la esperanza de encontrar algo caliente y entre el frío y la mojadura nos destemplamos aún más, por lo que ante la incapacidad de volver pedaleando a los apartamentos, nos tuvieron que venir a buscar en la furgalla, encontrándose nuestros compis con una imagen que pasará a los anales de la historia de la Peña Portela Mtb, ya que Luis era incapaz de andar y hubo que meterlo como se pudo en el maletero y Pas no se tenía de pie y hubo que agarrarlo cuando intentó soltarse de la bici.
Cuando nos metieron en el maletero la imagen era aún más dantesca, con Luis muerto de frío y dolores en las patas y Pas tapado por un trozo de manta térmica del tamaño de un folio tiritando y diciendo con cara de satisfacción: "qué calentito estoy".
Tras una ducha de una hora en agua caliente, decidimos pegarnos un buen homenaje en un restaurante de la zona y tras unos solomillos y unas pizzas de postre para los que quedaron con hambre, pusimos punto y final  a un día duro, de mucho sufrimiento, en el que estuvimos muy cerca de nuestros límites (una semana después aún sufro las consecuencias de la hipotermia, con heridas en la zona de la nariz por el frío y con hormigueo y falta de sensibilidad en las yemas de los dedos...), pero que visto en la distancia sé que será uno de los días más extraordinarios y épicos de nuestras vidas, aunque sabiendo también que hemos sido unos auténticos imprudentes, ya que mejor no pensar qué hubiese sucedido si nos llega a pasar algo con alguna caída en la zona de Fuentes o Venta Vieja y hubiese que esperar a qué llegasen las asistencias...

4 comentarios:

  1. y todavia hay quien dice que la organizacion hizo mal en acrtar la prueba

    ResponderEliminar
  2. Enhorabuena chavales! Qué mal lo tuvisteis que pasar. Tengo tres amigos que fueron este año y no pudireon acabar ninguno de los tres; yo fui el año del calor sofocante y acabé en 12 horas (mi primer Soplao). A ver si el año que viene nos vemos.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  3. Enhorabuena, el año que viene buen tiempo. Por cierto debimos coincidir en parte del recorrido porque yo tardé 10:16 así que fijo que en algun punto coincidimos.

    Otra cosa, muchas gracias por vuestro perfil de la marcha, lo llevaba pegado al manillar y me fue muy útil.

    ResponderEliminar
  4. Seguro que coincidimos! Aunque con el barro que había seguro que con una foto actual ni nos reconocemos...
    Si te digo que era un tío que iba calado hasta los huesos, muerto de frío y con cara de hecho polvo seguro que tampoco ayuda mucho...;-)
    Yo el perfil lo llevé el año pasado en el manillar, este año nos garminizamos (edge 500), metiéndole al track los puntos de trayecto de los avituallamientos y las cimas de los puertos y la verdad es que es una maravilla saber lo que te falta en cada momento para llegar a cada sitio.
    Un saludo! Nos vemos el año que viene, que toca tiempo primaveral...

    ResponderEliminar